(Dinamarca/Suecia, 2000)
Dirección: Lars Von Trier, 2000
Guión: Lars Von Trier
Música: Björk
Fotografía: Robby Müller.
Interpretación: Björk, Catherine Deneuve, David Morse Peter Stormare.
Ganadora de la Palma de Oro en Cannes 2000 a la mejor película (y premio de mejor actriz a Björk), este melodrama musical de Lars von Trier que explora al máximo la situación emocional de Selma, una emigrante checa que trabaja desapasionadamente en América y tiene a su hijo enfermo. Su alegría está en los musicales de cine, pero Selma está perdiendo la vista.
Dancer in the dark, un verdadero prodigio artístico de deslumbrante genialidad e insoportable dolor. El director danés nos somete a la visión de Selma, emigrante checoslovaca enamorada de los viejos musicales americanos y dueña de un drama en forma de secreto. Selma, madre de un hijo, padece una ceguera congénita, de irremediable efecto para ella pero de posible salvación para su descendiente. Una razón por la que sufrir más allá de explicaciones racionales y que transforman, por medio del sacrificio, lo humano en deidad. Selma se entrega en cuerpo, alma y espíritu para salvar de las tinieblas a su hijo. Al mismo tiempo, la demoledora batuta del genio Von Trier hace que su vida, calmosa hasta el momento, se quiebre definitivamente cuando tropiece con la muerte. Es entonces cuando todo converge: el escalofriante y visionario melodrama, la insultante osadía de su propuesta formal, la coexistencia de recursos contradictorios y la impagable entrega de Björk para hacer de Selma no un personaje a interpretar, sino una piel que encarnar. Una piel azorada por su creador, desgarrada por su destino y maltratada por la vida. Björk no interpreta, padece. Y nosotros con ella.
Dancer in the dark evoluciona al ritmo marcado por Björk, autora de una banda sonora que une atrozmente drama y melodía en su tercio final, y que tiene en los acordes de I've seen it all y de 107 steps las claves para comprender lo que estamos presenciando, el nacimiento de un nuevo ángel al que la cámara acompaña desde su cegada obertura. Ella, Selma, proyecta en su escenario vital lo que dicta su corazón: musicales al ritmo de los ruidos de la vida. Ella, la vida, responde sin piedad.
"Nothing dreadful ever happens in a
musical"
Premio de la academia:
Mejor Canción Original - "I've Seen It All"; Bjork, Lars von Trier, Sjon Sigurdsson
Dirección: Alejandro Gonzalez
Inarritu, 2000
Guión: Guillermo Arriaga
Música: Gustavo Santaolalla
Fotografía: Rodrigo Prieto
Reparto: Emilio Echeverria, Gael Garcia Bernal, Goya Toledo
Todo empieza con un accidente de auto. Esa será la base para tres
historias al más puro estilo de Pulp Fiction pero mucho mejor lograda. La primera de
ellas se desarrolla en un barrio bajo de México, donde dos muchachos viven una emotiva
historia de amor frente a la adversidad de una violencia que no recibe ninguna condena y
de una mentalidad que no les favorece, si bien ellos también han caído en la abulia y el
conformismo. Aún sin asistir a su trágico desenlace, nos introducimos en una nueva
trama: la de una guapísima modelo y su marido: representantes de las superficialidades
que engalana al mundo de la moda y de la fama en general. Por eso, para ellos, el
accidente que destroza las piernas de la mujer se hace mucho más duro, porque es su
cuerpo el que le da la felicidad y no su mente. Una dura crítica, pues en ningún momento
trata de dar una mirada compasiva a los protagonistas, que tampoco acabará de la mejor
manera. Y por último, la triste historia de un asesino a sueldo que abandonó a su
familia y ahora quiere recuperarla, pues con el único cariño que cuenta es con el de sus
perros.
En definitiva, nos encontramos ante una gran película que no es recomendable para
aquellos que no quieran saber cómo está el mundo, pero para los que sí tienen sentido
de la solidaridad, se encontrarán con un retrato muy profundo de la sociedad, con
aspectos también universales, perfectos para un coloquio posterior. Cine para tener en la
retina durante toda la vida, y para apreciar lo que aquí tenemos, que no por ser algo que
nos viene dado, hay que pasarlo por alto.
