Dirección:

Puede que a veces la verdad suene a eslogan, pero sin duda The Matrix no sólo es una de las mejores películas de ciencia ficción del '99, sino uno de los mejores filmes del último tiempo. Una película que cuestiona la realidad tal cual la conocemos y que no lo hace con palabras sino como debe ser: con imágenes. Thomas Anderson (Keanu Reeves) arrastra dos vidas. Durante la mañana trabaja como ingeniero en una importante empresa de software. Y por la noche es Neo, el pirata computacional. Eso, hasta que una chica cyberpunk (Carrie-Anne Moss) y una especie de monje zen afroamericano llamado Morpheus (Laurence Fishburne) le abren los ojos y le demuestran que su vida, así como la del resto de los seres humanos, no ha sido hasta ahora más que una perversa ilusión colectiva creada por The Matrix.  Los hermanos Andy y Larry Wachowski nos entregan una obra potente y original (que engloba desde los cuentos de Lewis Carroll hasta el cine de Kung-fu), la cual apunta a dilatar las pupilas de la platea y expandir sus neuronas, sin por ello caer en algunos intelectualismos un tanto trasnochados. Muy Buena.
 
Academy Award:
Best Sound - John Reitz, Gregg Rudloff, David Campbell, David Lee
Best Sound Effects Editing - Dane A. Davis
Best Film Editing - Zach Staenberg
Best Visual Effects - John Gaeta, Janek Sirrs, Steve Courtley, Jon Thum

DARK CITY

Dirección: Alex Proyas, 1998
Guión: Lem Dobbs, David S. Goyer y Alex Proyas (de una historia de Alex Proyas) 
Fotografía: Dariusz Wolski
Música: Trevor Jones
Reparto: Rufus Sewell, Kiefer Sutherland, Jennifer Connelly, Richard O'Brien, William Hurt

Alex Proyas es uno de esos realizadores a los que muchos ya lapidan por proceder del campo de la publicidad y el videoclip, como demostró el recibimiento a su brillante segunda película The Crow, una de las obras fundamentales del neogótico de los años 90 conceptualizado por Tim Burton. Pero como ocurrió con David Fincher a partir de su segundo trabajo, la magistral Seven, Proyas consigue con su nuevo filme, Dark City, encender la señal de atención hacia el que puede ser uno de los talentos cinematográficos dominantes de final de siglo. Y es que DarkCity es un curioso cocktail de referencias que van desde el culto a los mundos kafkianos hasta las raíces más pulp del comic y la ciencia-ficción tradicional, pasando por homenajes a los infiernos visuales de filmes tan decisivos en el fantástico moderno como Hellraiser (los villanos del filme recuerdan a los cenobitas de aquel filme) o 12 Monkeys. Pero ese juego culterano es utilizado por Proyas de forma inteligente, sin caer en la cita fácil ni repetida, convirtiendo su filme en un juego apasionante ilustrado de forma brillante, alejado tanto del lenguaje publicitario y videoclipero (que aún permanecía en The Crow), como de las modas más rutinarias del moderno cine de acción. Dark City es así uno de los filmes de género más atípicos de los últimos años, un elogio de las tinieblas configurado como un juego de cajas chinas que prefigura un desenlace paradójico, un espectáculo fascinante que demuestra que el emprobecido cine fantástico de los años 90 aún tiene algo interesante que decir en las puertas de un nuevo milenio que siempre le sirvió de referencia.

COP LAND

Dirección: James Mangold, 1997
Guión: James Mangold
Música: Howard Shore
Reparto: Sylvester Stallone, Harvey Keitel, Ray Liotta, Robert De Niro

El director James Mangold  demuestra conocer perfectamente los códigos del género policial unido a la corrupción, pues traza una impecable película que, aunque no resulta excesivamente original, sí entrega un eficiente drama con gotas de intriga al servicio de uno de los repartos más espectaculares de la temporada. Un grupo de policías que viven en Garrison, una  población en la que residen muchos agentes y cercana a Nueva York, fingen que un compañero suyo ha muerto para ahorrarle un juicio y una más que probable acusación por homicidio. Se lo llevan a su ciudad y lo esconden allí. El shérif del pueblo (Sylvester Stallone), un hombre bonachón poco acostumbrado a casos importantes es reclamado por un inspector de asuntos internos (Robert De Niro) que pretende descubrir lo ocurrido. Pese a su actitud inicial, progresivamente irá descubriendo en lo que andan sus amigos. La primera sorpresa es un Stallone inesperadamente sólido y algo más gordo de lo normal (con 20 kilos de más). Sly no está nada mal en este papel, un auténtico desafío para cualquier actor que se precie. Su presencia llena toda la película acompañado por un formidable elenco de secundarios (Ray Liotta y Harvey Keitel), los cuales cumplen con creces su cometido. Es una cinta con buenas escenas de acción, un excelente guión, interpretaciones magistrales, homenajes al antiguo westerns y secuencias para el recuerdo (como la final en la que el sonido está representado desde el punto de vista del protagonista). Otro film recomendable de éste director es GIRL, INTERRUPTED (1999), que le valió el Oscar a Angelina Jolie como mejor actriz de reparto. Tambien se recomienda su primer film, HEAVY (1996) que tiene a la bella Liv Tyler como protagonista.

Dirección:

Devil’s Advocate, donde Reeves interpreta a “Kevin Lomax”, un abogado joven lleno de talento y éxito que jamás a perdido un caso. Así aparece en su vida “Milton” (Pacino), un famoso abogado de Nueva York quien decide contratarlo para su bufete, Kevin no duda en aceptar, obsesionado por el éxito y embrujado por los beneficios y placeres del dinero. Su esposa y su madre pronto se dan cuenta de que el cambio será irreversible e insano, pero la ambición del abogado puede más. Interesante película, con una magnifica interpretación de Al Pacino, un guión envolvente que reflexiona sobre los valores básicos como la ética, la moral y la entrega, rodeados por conflictos tan atractivos y atrayentes como la tentación y la vanidad humana. Con buenos momentos de suspenso y parlamentos inteligentes a cargo de Pacino, el film lleva a un final tan espectacular como imprevisto. Dirigida por Taylor Hackford.